Mélenchon. L’Insoumission et le média espagnol Diario Red (Canal Red) s’associent pour proposer à leurs lecteurs des contenus sur les résistances et les luttes en cours en France, en Espagne et en Amérique du Sud. À retrouver sur tous les réseaux de l’Insoumission et de Diario Red.
En una nota de blog, Jean-Luc Mélenchon destaca el éxito de la marcha antirracista del 22 de marzo, pese a la ofensiva mediática en su contra.
En las páginas de L’Insoumission, Jean-Luc Mélenchon comparte su análisis sobre las manifestaciones del 22 de marzo, un éxito por el cual « los insumisos tienen todas las razones para estar satisfechos », a pesar de un intenso bombardeo mediático y político contra LFI. El líder insumiso aborda la acusación de antisemitismo y su funcionamiento para intentar desacreditar a LFI. Frente a una extrema derecha desdiabolizada que polariza sobre esta nueva base común, Jean-Luc Mélenchon llama a la lucha « como un acto de dignidad personal y una forma de amor por un país ahora horriblemente desfigurado ».
Jean-Luc Mélenchon: « Los insumisos tienen todas las razones para estar satisfechos »
En Marsella, donde me encontraba, la marcha del 22 de marzo contra el racismo y la extrema derecha llenó las calles. Lo mismo en París, como pude ver en los videos. Y también en otras capitales regionales. Los insumisos estuvieron presentes en gran número. Muy numerosos. A menudo, los más numerosos, me atrevo a decirlo. Y a veces, los únicos de toda la izquierda. La misma marcha hace un año estuvo muy, muy lejos de tener el mismo éxito.
Esto muestra cuánto han madurado las conciencias desde entonces y cómo han entendido el peligro que se cierne sobre el país. No al punto de convencer a Olivier Faure (el líder socialista) en Toulouse de unirse a la marcha, ¡ni tampoco al sustituto de Michèle Rubirola (la exalcaldesa de Marsella, socialista) en Marsella! Pero la verdad es que, exceptuando algunos grupos de « Jóvenes Comunistas » y algunas banderas ecologistas, la izquierda tradicional ya no puede ocultar sus límites y su incapacidad para movilizar a nadie en el terreno.
Es una dificultad contra la que no podemos hacer nada. Pero cabe destacar la responsabilidad especial del Partido Socialista (PS), que aviva sin descanso un odio anti-LFI que termina por desmovilizar a sus pocos militantes no profesionales. Como ese mismo día todos sus líderes estaban en Toulouse o en Bretaña en reuniones de conspiración para el congreso, quedaron encerrados en su endogamia de manera caricaturesca. Es solo un pequeño obstáculo para la movilización, pero igual es lamentable.
Los insumisos tienen todas las razones para estar satisfechos con su movilización al serviciode este éxito. Es la segunda vez que participamos en una movilización descentralizada, cuando estamos acostumbrados a iniciativas nacionales. Constatamos que ahora sabemos triunfar también a esta escala. Las cifras oficiales demuestran que la movilización fue un éxito.
La composición de nuestras filas, jóvenes, feminizadas y racializadas, prueba que la onda expansiva es la de la juventud progresista del país. Lo logramos a pesar de una invisibilización mediática casi total y bajo once días de bombardeo de los medios y periodistas movilizados en defensa de Hanouna (un tertuliano de extrema derecha), bajo el pretexto de la lucha contra el antisemitismo.
Para el fascismo mediatico era esencial lograr una diversión, y su operación contra el cartel no tenía otro objetivo. Para ellos fue un éxito, pues, aunque el cartel fue retirado de inmediato, los medios no solo lo siguieron difundiendo, sino que también mostraron un auténtico póster antisemita de los años treinta. ¡Prueba de que todo era una comedia sin relación con la lucha contra el antisemitismo!
Es la primera vez que la esfera mediática los respalda durante tanto tiempo. Mostrando sus verdaderos objetivos, varios intentaron prolongar esta campaña difamatoria el día de la marcha e incluso al día siguiente, tratando de vincular la agresión a un rabino con LFI. BFM, en estas horas negras de acoso, batió todos los récords. « Rabino agredido. LFI responsable », decía un banner. ¡El día anterior, el canal culpaba al ramadán musulmán de la escasez de huevos!
El año pasado, el mismo canal les atribuyó la escasez de aceite de oliva. « France Info », por su parte, inventó un eslogan antisemita supuestamente escuchado en la marcha, antes de retractarse y admitir que « la información no estaba verificada ». Pero solo confesó « haber carecido de ‘discernimiento’ » y « ser imprudente ». Mentir e inventar no es falta de imprudencia, sino una falta profesional grave que revela un sesgo de odio.
Esta exitosa operación del fascismo mediático merece un análisis serio. Comenzó con una ofensiva en las redes sociales fascistas. Luego, la esfera oficial (C8, Europe 1 y otros canales Bolloré) se sumó. A partir de ahí, entraron en juego sus aliados en las televisiones de « información continua ». Y finalmente, la cúspide de la pirámide: TF1 la noche de la marcha.
Sobre esto, cabe destacar cómo esta solidaridad con Hanouna se expresó en TF1 durante el noticiero de las 20 horas. Quisieron hacer creer que LFI había sido condenada en favor de Hanouna por un motivo distinto al « derecho a la imagen » del agitador. LFI fue condenada a pagar 3.500 euros por ello. La nota de la AFP omite que el fallo rechazó todas las demás demandas de Hanouna. Por desgracia, este « derecho a la imagen » es realmente humor negro.
Estas personas pasan su vida en pantalla y hacen discursos políticos, pero no soportan pagar el precio en polémicas. Sin embargo, si nosotros reclamamos nuestro « derecho a la imagen » ante los tribunales, nos rechazan porque somos políticos o figuras públicas, sujetos a la réplica y el juicio de los ciudadanos.
La acusación de antisemitismo funciona como un conspiracionismo. Se acusa sin pruebas, basándose en « impresiones », « rastros » y otras aproximaciones sin fundamento. Al final, se trata de afirmarlo contra la voluntad de las víctimas señaladas, a pesar de sus denegaciones, y amplificar su atribución mediante debates. El caso funciona porque algunos atacantes equiparan hostilidad al sionismo con el antisemitismo.
En el contexto del genocidio en Gaza, el asunto se vuelve explosivo. Hemos visto cómo Netanyahu acusó de antisemitismo a la ONU, su secretario general, el papa, la Corte Internacional de Justicia, Macron y muchos otros, sin que nadie del bando de los indignados de postureo protestara.
Pero en Francia, todo esto se da en un contexto específico. Esta acusación es la base común de un nuevo pacto político amplio. De hecho, la izquierda tradicional estuvo casi totalmente ausente de la movilización. Permaneció temerosa y postrada bajo el látigo mediático. Sus lamentables condenas contra los Insumisos la desarman y la relegan a un papel secundario. Porque quienes no resistan serán absorbidos por esta nueva base común, donde la lucha contra el antisemitismo atribuido a LFI se ha convertido en el eje.
Pero las fuerzas desatadas por esta agresión no se conformarán con nosotros. La izquierda tradicional, a su vez, está a merced de nuestros agresores. Pero, a diferencia de nosotros, no tiene anticuerpos para resistir la presión. Porque el fondo es una ofensiva ideológica global bien ejecutada que ya los ha contaminado. Es, evidentemente, el esquema común de los atlantistas desde hace más de treinta años.
Es la doctrina del « choque de civilizaciones » formulada por Samuel Huntington. La islamofobia y el racismo que la acompañan son sus agentes activos. Los discursos de los líderes de la izquierda tradicional están salpicados de ello. Desde el « Allah Akbar, es ridículo » de Marine Tondelier hasta las innumerables insinuaciones del PS sobre nuestro supuesto « electorado musulmán de los barrios populares » o Gaza, todo lo demuestra.
En este tipo de deriva, el alineamiento siempre va hacia lo más claro. La extrema derecha polarizará inevitablemente esta base común. Para lograrlo por completo, aún debe deshacerse del fantasma de Jean-Marie Le Pen. Marine Le Pen viaja a Chad. Bardella, en cambio, es recibido con gran pompa en Jerusalén por los ministros de Netanyahu. Y esta nueva alianza se celebra en un coloquio… « contra el antisemitismo ». El círculo se cierra.
La desdiabolización de la extrema derecha francesa y el cierre del ciclo político instaurado tras la Liberación avanzan cada día. Nuestro camino es el único viable: la lucha sin esperar recompensa ni reconocimiento. La lucha como un acto de dignidad personal y una forma de amor por un país ahora horriblemente desfigurado.
Jean-Luc Mélenchon